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¿Quién fue Alice Guy y por qué este blog le rinde un homenaje?


Alice Guy fue una cineasta que alcanzó tantos logros como para merecer un puesto privilegiado en la historia del cine, por ello resulta inadmisible que muchas veces ocurra todo lo contrario. Esta pionera asistió en 1895 a una demostración privada del cinematógrafo de los hermanos Lumière y según expresó en sus memorias, sintió que podría hacer algo mejor. [1] Al ser secretaria de un estudio fotográfico le pidió a Leon Gaumont, su jefe, que le permitiera grabar un par de escenas donde participarían unos cuantos amigos. “Parece ser una cosa de niñas pero puedes intentarlo si quieres”[2], fue la respuesta de Gaumont quien solo consideraba el cinematógrafo como un avance técnico. “Si se hubiese adivinado el desarrollo que tendría el cine en un futuro, nunca habría obtenido el permiso”[3], afirma Guy.


Esta mujer vio las posibilidades narrativas que tendría el cine y desde el comienzo se preocupó por contar historias a través de sus films. Así grabó en 1896 La Fée aux Choux (El hada de los repollos), uno de los primeros films de ficción. Como señalan en uno de los pocos documentales que trabajan su biografía, “por primera vez en el mundo una película era escrita, producida y dirigida por una misma persona”[4]. Este film le abrió el camino para realizar otros y un año y medio después, la compañía Gaumont construyó su propio estudio de cine con Alice Guy como única directora.[5] A partir de allí el cine se convirtió en su escuela: hacía remakes de los films que salían en la época y aprendía de ellos en el proceso de realizarlos (en el momento esta práctica no era ilegal al no existir el copyright). Así entrenó su inventiva para lo que vendría más adelante.[6]


Captiura de pantalla de La Fée aux Choux

Tal vez a la luz de hoy estas primeras formas de cine parezcan “inocentes”, pero Guy se encarga de recordarnos en sus memorias que todos los tropiezos que experimentaron los pioneros del cine para lograr los resultados que actualmente disfrutamos, se debe entender que en aquella época el camino era tan inexplorado que cada paso era una invención y por 17 años, Guy fue la única mujer en el mundo que logró andarlo. [7]

“Mi edad, mi inexperiencia, mi sexo, todo conspiraba en mi contra”.[8]

Es por ello que cuando el negocio demostró ser lucrativo estuvieron a punto de quitarle su puesto. Fue gracias a Gustave Eiffel, presidente de la compañía que le permitieron conservarlo, según cuenta Guy en sus memorias.[9]


Su determinación y habilidad para aprender de distintas tareas son dignos de admirar y La Fée aux Choux no fue la única oportunidad en la que Guy demostró este talento. Ella participaba activamente en todo el proceso de realización de sus películas: desde la escritura, producción, la realización de vestuarios, decorados y edición hasta la actuación. Realizó 22 largometrajes y, si a ello le sumamos sus cortos, se estima que llegó a realizar cerca de 1000.[10] De forma comparativa, los hermanos Lumière hicieron en total 50 films. George Méliès, al igual que D.W. Griffith, realizaron cada uno 500 films.[11]


Bajo su comando los films eran colorizados a mano, incluían efectos especiales como cámara rápida, cámara lenta, reversa y doble exposición de las imágenes. Entre 1900-1907 realizó 100 films con sonido sincronizado.[12] Cabe recordar que El cantor de Jazz, película generalmente considerada como la primera en tener audio sincronizado, se estrenó en 1927. Otro de los logros de Guy es hacer el que podría ser el primer corto cuya narrativa estuviese centrada en los primeros planos con Madame a des envíes (1907) [13], logro que por lo general se le atribuye a D.W. Griffith.

En 1906 Guy estrenó La vida de Jesucristo (The life of Christ), una película de gran presupuesto con la que se despidió del estudio Gaumont. Inspirada en una biblia ilustrada. Esta contó con 25 sets, más de 300 extras y duró 33 minutos y medio. También fue una de las pocas películas en las que se reconoció explícitamente a Alice Guy como directora de la misma. [14]


Un año después, en 1907, abandonaría Francia para seguir a su recién esposo, Herbert Blaché a EEUU, donde a pesar de desconocer el idioma y encontrarse con una audiencia distinta, logró consolidar su carrera. En 1910 abrió su propio estudio: Sólax. Es con él que se ha ganado el mérito de la única mujer en la historia del cine en tener su propia casa productora[15] y para 1912 era la única mujer en EEUU que ganaba más de $25000 dólares al año.[16]


Alice Guy inspiró y entrenó a quienes trabajarían más adelante en las productoras que hoy conocemos. Nombres como Bossetti, Arnaud, Jasset y Fevillade no tendrían sus capítulos en la historia del cine francés sin su ayuda. Una de las actrices más reconocidas que ayudó a impulsar fue Olga Petrova, con la cual realizó cinco films e incluso entrenó a su propio esposo quien dirigiría a Buster Keaton en su debut: The saphead.

Sus aportes en la producción cinematográfica no son para nada despreciables: marcó un precedente en trabajo en el estudio de Gaumont al grabar en locaciones, y también sentó las bases en la jerarquía de la producción cinematográfica que a la vez implicaba cierto cooperativismo. [17]


Fuera de ello, realizó films donde las mujeres llevaban la acción y poseían el suficiente poder para llevar el comando de sus vidas. En sus melodramas se lee la igualdad entre las mujeres y los hombres al compartir el mismo tiempo en pantalla y utilizó personajes travestidos (una práctica algo común a los inicios del cine) parar hablar temas de género. Realizó películas focalizadas en mujeres con el mensaje de “tú también puedes hacer más, aquí te muestro cómo”. [18]Y, en fin, supo dar grandes aportes a la gramática cinematográfica a la vez que nos dio clases sobre cómo desarrollar personajes femeninos.


Sin embargo, los cambios en la industria relacionados con la distribución de los films, graves problemas financieros e incluso el fin de su matrimonio con Herbert Blaché hicieron que en 1920 filmara su último film: Reputación empañada (Tarnished reputations). Luego regresaría a Francia, su país natal, y no volvería a hacer cine. Pero esto no justifica que su nombre haya sido borrado en la historia. [19]


¿Por qué ocurrió esto? Hay varias teorías: se ha dicho que por el simple hecho de ser mujer, que su esposo recibió el crédito de gran parte de su trabajo, que la historia está escrita por los ganadores y que en este caso, las distribuidoras como Vitagraph se preocuparon por recordar sus propias producciones sin interesarse por las demás. [20] A esto la cineasta, escritora e investigadora Alison McMahan le añade que en los inicios del cine no había créditos ni se registraban los guiones ni los films en copyright, esto dificultó más adelante la identificación de los mismos por parte de los académicos. Hasta 1912 el proceso de copyright no existía y por lo tanto ni los films ni los guiones podían ser registrados.[21]



Hay quienes incluso dicen que “perdió su toque”. Pero como bien lo explica McMahan en su libro Alice Guy Blaché: Lost visionary of the cinema, incluso cuando la compañía de Guy cerró y tuvo que trabajar como directora por contrato sin tener tanto control sobre sus producciones como lo tenía en Sólax, esta cineasta realizó films como Su gran aventura (Her Great Adventure) con la cual demostró que podía seguir haciendo películas de gran calidad donde sobresalían sus aportes en el aspecto narrativo del film, del desarrollo y seguimiento de los personajes. [22]


En realidad, McMahan culpa a Gaumont al no ver el cine más allá de un invento técnico. La producción fílmica en sí, al parecer, nunca le importó. Recibió varios premios por sus aportes a este invento y no mencionaba a Alice Guy, como sí a otros colaboradores que lo apoyaron en los aspectos técnicos. Al parecer los libros de la compañía apenas si mencionaron el trabajo de Guy.[23]

Alice Guy vivió para ver cómo el mundo la olvidaba y tal vez para combatir este hecho escribió sus memorias. Pero también ha sido gracias a personas como Simone Blaché, Roberta Blaché, a investigadoras como Alison McMahan y documentales como The lost garden… y el reciente Be Natural que se ha reivindicado su lugar en la historia.


Pero la tarea no termina aquí, resulta fundamental difundir todavía más su labor, para que así el mundo del cine y en especial las mujeres cineastas conozcan de este modelo que hace más de un siglo se desenvolvió en un medio que todavía hoy es preponderantemente masculino.


Me pregunto a cuántas Alice Guy no estaremos olvidando, cuántas otras se mueven todavía en el medio pero nos negamos a verlas al privilegiar el cine de los mismos directores de siempre. E incluso, cuántas películas no dejarán de existir en absoluto porque nos dijeron que las mujeres no hacen cine y hay tantas personas que se empeñan en reforzar esta impresión hasta que algunas mujeres terminan creyéndolo.


“No podemos construir en el trabajo de las mujeres que vinieron detrás de nosotras a menos que lo conozcamos”

Es por ello que nombré este blog El Alice Guy: es un guiño, un recordatorio, una forma de decir que le doy la bienvenida a estas mujeres, privilegio sus historias y deseo registrarlas para demostrarle al mundo que sí existen, esperando que en un futuro seamos más quienes deseen sumarse a este camino y así impedir que el trabajo de las mujeres cineastas pase a ser olvidado.



 

Referentes:

[1] Guy, A.1981. Memories of Alice Guy Blaché p.27

[2] Lepage, M. (Director). (1995). The lost garden: The life and cinema of Alice Guy-Blaché [Documental]. Canada: National Film Board of Canada (NFB).

[3] Guy, A. Memories of Alice Guy Blaché p.27.

[4] Lepage, M. (1995). The lost garden: The life and cinema of Alice Guy-Blaché.

[5] Guy, A. Memories of Alice Guy Blaché p.34.

[6] McMahan, A. (2003). Alice Guy Blache: Lost visionary of the cinema. p.23.

[7] Ibid, 242.

[8] Guy, A. Memories of Alice Guy Blaché p.28.

[9] Ibid, 34.

[10] McMahan, A. (2003). Alice Guy Blache: Lost visionary of the cinema. p.27.

[11] Gal's Guide To the Galaxy (junio 2 del 2017). Alice Guy Blaché –Your Gal Friday [Audio podcast]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=PSCbdxzv0P4

[12] McMahan, A. (2003). Alice Guy Blache: Lost visionary of the cinema. p.32

[13] Ibid, 38.

[14] Ibid, 46-47.

[15] Ibid, 110.

[16] Lepage, M. (1995). The lost garden: The life and cinema of Alice Guy-Blaché.

[17] McMahan, A. (2003). Alice Guy Blache: Lost visionary of the cinema. p.245

[18] Ibid, 240.

[19] Ibid, 203-205.

[20] Alice Guy Blaché –Your Gal Friday [Audio podcast]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=PSCbdxzv0P4

[21] McMahan, A. (2003). Alice Guy Blache: Lost visionary of the cinema. p.243.

[22] Ibid, 198.

[23] Ibid, 244.

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